La opción turística de esta semana nos lleva hasta una isla única casi desconocida.
Solemos prejuzgarlo todo, ponernos barreras mentales y no darle oportunidades a aquello que creemos conocer. Aunque no tengamos ni idea (¡!). Y con Ibiza pasa un poco eso porque Ibiza es mucho más de lo que imaginas. De lo que imaginas tú y de lo que imagino yo.
Cuando pensamos en la islita solemos pensar en un tipo de turismo que quizás no es de tu gusto. Pero es que en Ibiza hay hueco para todos. Para ti si te gustan las playas, para mi que me gusta la montaña y para los dos en una tarde tonta de viernes que se alarga hasta la mañana del sábado.
Desde sus calitas y grandes playas de arena espectacular y agua transparente (el paraíso no está a miles de kilómetros de distancia); pasando por sus rutas de montaña, alejados del ruido y cogiendo el Smartphone solo para hacer fotos espectaculares; y hasta su gastronomía única en la que triunfan sus pescados al horno, su bullit de peix con arroz a banda y sus deliciosas tapas de calamares y pulpo. Por decir alguno, vaya. Opciones mil.
Una isla en la que su capital es Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO en 1999, por su espectacular recinto amurallado. Lo que reconoce el valor histórico, cultural y arquitectónico de la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo.
Te lo digo por si lo que te apasiona es la cultura. Para que sepas que en Ibiza también tienes. Playas como la de la la bahía de Talamanca, con casi un kilómetro de longitud; museos como el de Arte Contemporáneo, inaugurado en 1969, o restaurantes como el Es Tragón de Sant Antoni, que recibió el pasado diciembre la primera estrella Michelín de toda la isla, harán que pases unos días estupendos y que te des cuenta de Ibiza es mucho más de lo que imaginas.
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