Ser trabajador es una virtud, pero nunca mejor dicho, esta se puede trabajar. Hoy os contamos como con estos cuatro tips podéis fomentar la vena trabajadora de vuestros niños.
Todos queremos que nuestros hijos sean lo más productivos posibles, velamos por un buen futuro para ellos y por eso, ser trabajador es una de las grandes virtudes que todos queremos. ¿Lo bueno? Que, irónicamente, esta virtud se puede trabajar. Desde que son pequeños nos esforzamos en que se conviertan en personas autodidactas, siempre respetando sus límites y sin dañar su autoestima. Estos cuatro tips os pueden ayudar a que vuestros hijos saquen lo mejor de ellos mismos.
Dejar a los niños que luchen
No hay que ponerles las cosas muy difíciles, pero tampoco fáciles. Muchas veces los niños cuando son pequeños piden ayuda para todo, sin embargo, en cuanto se quejan la primera vez de lo difícil que les resulta algo, es mejor dejarles su espacio para que lo intenten. Los deberes son un buen ejemplo, hay que dejarles que se esfuercen y que hagan la mayor parte de ellos de forma autónoma. En el caso de que necesiten ayuda, por supuesto estaremos ahí para ayudarles, pero no hay que estar demasiado encima para que no se acostumbren.
Es un proceso
Hay que tener paciencia, es un proceso lento y en ocasiones, algo complicado. Meter demasiada presión no es óptimo para su desarrollo, tampoco sofocarle con muchas actividades. Se trata de dejarle su espacio y que él aprenda a manejarlo. Para que no pierdan el ánimo, está bien de vez en cuando, reconocer su mérito. «Estoy orgullosa de ti, hijo, sabía que este problema te costaba, pero al final has sido capaz de lograrlo», de esta forma no se desesperan y les ayuda a ser más ambiciosos.
La responsabilidad
La responsabilidad es lo que hace que una persona se convierta en alguien trabajador. Cuánto antes sientan que son responsables de sus actos, antes tendréis que dejar de perseguirles para que entreguen la tarea completa. A los niños les tiene que importar lo que hacen, es una forma de que poco a poco vayan descubriendo qué es lo que les gusta. Al tener esto claro, encontrarán nuevas pasiones.
Cuidado con la frustración
No hay que olvidar que siguen siendo niños y, por lo tanto, se pueden frustrar por cosas que se nos escapan. La clave es estar cerca para servir de apoyo y ver que todo va bien. Nunca demasiado lejos, ni demasiado cerca. Poco a poco iréis descubriendo qué es lo que más conviene a vuestros niños, qué les funciona y cuál es la manera más optima para que se conviertan en personas trabajadoras y responsables.