Abrimos consulta con nuestra psicóloga Luz Marina Díaz-Flores Martín de Ruedas para conocer cuáles son las soluciones a los problemas de atención en la infancia

Cada día es más frecuente escuchar hablar sobre los problemas atencionales en el contexto escolar, resultando ser una de las preocupaciones más habituales de los padres. En este artículo hablaremos sobre la atención, los tipos de atención y los problemas asociados a la misma. Dejando constancia en primer lugar de algo que suele dar lugar a confusión, y es que “no todos los problemas de atención son TDAH”.

A menudo, los problemas de atención son identificados en el colegio cuando los educadores detectan que un niño parece distraerse con más facilidad que el resto de niños de su edad.

Los niños más pequeños tienden a tener periodos atencionales más cortos y se distraen con más facilidad que los niños mayores y adultos, a pesar de esto, podemos ver que algunos niños tienen más dificultades que otros para concentrarse y permanecer focalizados en la tarea.

Tipos de atención 

Tenemos que valorar la atención al menos en tres dimensiones: atención selectiva, atención dividida y atención sostenida.

  1. La atención selectiva es la capacidad que tenemos las personas para concentrarnos en una sola fuente de información y en la realización de una tarea, aislando los estímulos que puedan interferir.
  2. La atención dividida se refiere a los mecanismos que las personas ponemos en funcionamiento para poder atender simultáneamente a varias fuentes o demandas del ambiente. En este caso, distribuimos nuestros recursos atencionales hacia cada actividad.
  3. La atención sostenida se refiere al tiempo que una persona es capaz de concentrarse en una tarea o representación, antes de que empiece a cometer errores. La atención sostenida es fundamental en las tareas escolares.

soluciones a los problemas de atención en la infancia 

¿Qué factores pueden influir en la atención?

Tengamos en cuenta que a mayor nivel de activación (o arousal), mejores resultados se obtienen, siempre y cuando no se sobrepase el punto óptimo.

El nivel de activación fisiológica y psicológica varía en un continuo que va desde el sueño profundo, hasta el máximo nivel de excitación. Al tener un arousal óptimo, se obtendrá un rendimiento óptimo, y al tener un arousal sobre-activado o sub-activado, se tendrá un rendimiento bajo.

Los factores que podrán influir a la hora de valorar la atención, entre otros, destacamos:

  1. El esfuerzo que requiere la tarea.
  2. La intensidad del estímulo.
  3. El tamaño.
  4. El cambio.
  5. La repetición y la familiaridad.
  6. La novedad.
  7. El nivel de activación emocional.
  8. Los estados de necesidad.
  9. El interés.
  10. Las experiencias pasadas. Lo aprendido.

¿Qué ocurre cuando detectamos déficit de atención?

En el déficit de atención, las diferentes dimensiones atencionales (o tipos de atención) no se optimizan de igual forma. Los tipos de atención que se ven afectados suelen ser: la atención sostenida y la atención selectiva.

El problema se observa en la dificultad para prestar atención durante un periodo de tiempo prolongado en una tarea, o detectar el estímulo relevante.

Atención sostenida y calidad atencional

Son dos funciones distintas que debemos valorar a la hora de establecer un buen diagnóstico.

Como decíamos, la atención sostenida es la habilidad para focalizar y codificar los estímulos visuales en un tiempo determinado.  Y la calidad atencional, será la eficacia en la focalización y codificación de estímulos visuales ante la realización de una tarea.

Estas dos variables descritas, van a dar lugar a la diferenciación entre dos tipos de personas: las que presentan déficit de atención sostenida y las que tienen déficit en la calidad de la atención (también conocida como inatención).

Niños con déficit de la eficacia o calidad atencional (CA)

Son niños y niñas que muestran gran distractibilidad, ensimismamiento o dificultad para identificar los estímulos relevantes a la hora de ejecutar las tareas o acciones, así como una percepción selectiva de los detalles poco relevantes del estímulo.

Estas características podrían estar indicándonos que nos encontramos ante un niño con TDA (Trastorno por déficit de atención sin hiperactividad).

Niños con déficit de atención sostenida (AS)

Son niños y niñas que durante un periodo corto de tiempo atienden al estímulo y presentan cambios frecuentes de atención alternando entre diferentes estímulos, pero cuando logran focalizar la atención sobre el estímulo, son capaces de codificar y procesar la información de forma correcta.

Estas características serían posibles indicadores de TDA-H (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad).

¿Cómo intervenimos?

Las dificultades atencionales que suelen presentan estos niños y niñas resultan significativas, ya que se relacionan directamente con el rendimiento académico, por lo que son fácilmente detectables en el contexto escolar. Posteriormente a su identificación, la evaluación y el diagnóstico deberán venir de la mano de un profesional de la salud mental.

La intervención deberá basarse en el análisis de las necesidades específicas y el tipo de déficit atencional, diseñando un tratamiento enfocado a mejorar y desarrollar las estrategias atencionales que cada niño necesite.

Otros problemas de la infancia que pueden cursar con dificultades atencionales

A continuación se incluye una lista de posibles problemas que cuando se dan en la infancia, cursan con bajos niveles de atención o fallos atencionales, y pueden dar lugar a errores diagnósticos:

  • Ansiedad
  • Trastorno obsesivo-compulsivo
  • Estrés o trauma
  • Trastornos del aprendizaje
  • Problemas emocionales

Si sospechamos que nuestro hijo presenta dificultades o problemas de atención, deberá realizarse una evaluación exhaustiva acudiendo a un profesional.

Luz MarinaDíaz-Flores Martín de Ruedas, Psicóloga