Muchas veces, meter a los niños en la cama puede ser un drama. Conseguir que el niño tenga un buen sueño y que no odie el momento de irse a la cama puede resultar complicado. Hoy os traemos las claves para que este hábito no se convierta en una pesadilla.
Querido yoyoramer, si estás cansado de tener una pelea cada vez que le vas a meter al niño en la cama, sigue leyendo, este artículo es para ti. Ni la televisión, ni los deberes, ni las redes sociales deberían ser un problema para vosotros. Cuando llega la hora de dormir, lo deberes tienen que haber sido hechos y la televisión tiene que apagarse, al igual que el teléfono o el ordenador. Para todo esto, lo mejor es que se acostumbren a un rutina.
Establecer una buena rutina
Probablemente sea lo decisivo para que los peques se acostumbren sin rechistar. Una buena rutina de sueño hace que el niño ordene tanto los hábitos de sueño de su cuerpo y como los de su mente. Lo mejor es que se acostumbre a despertarse y acostarse a la mismas horas todos los días. De esta forma, el cansancio aparecerá mas o menos a la misma hora y él comprenderá que es la hora de meterse en la cama. Entre semana es importante mantener un horario temprano para que el niño tenga energía en el cole, hacerle comprender esto puede ayudarle a ser más consciente de la importancia del sueño. Además, un horario ordenado hace que el sueño sea mucho más profundo y de mejor calidad.
Hacer al niño partícipe
Es normal que si hasta ahora vuestro hijo no ha tenido un horario fijo a la hora de meterse a la cama, puede que establecer una rutina de repente se le haga un poco cuesta arriba. Una buena idea para que se acostumbre es hacerle partícipe del nuevo horario. Juntos, podéis poner recordatorios de los nuevos horarios. Establecer una hora en la que, salvo excepciones, los deberes estén hechos, poner una hora para cenar, y una hora fija para dormir. Los niños deben saber también que es importante y que no puede ser cambiada, por lo que tienen que respetarla.

Responsabilidad
Poner recordatorios juntos ayudará también a que los niños experimenten un poco de responsabilidad. Harán que esta nueva regla se acate de forma más madura. Es decir, antes de la hora de dormir todos los deberes deberían de estar hechos. En caso de que no lo estén, es crucial que entiendan que es responsabilidad suya, ellos verán lo que sucede en el colegio al día siguiente. Y si lo que ocurra en el colegio se merece un castigo, deberán entender que es su responsabilidad y que incumplir vuestras normas tiene sus consecuencias.
¿Qué hacer antes de dormir?
Antes de dormir es mejor dejar cualquier aparato electrónico de lado. Jugar a algún juego de mesa, leer un libro o simplemente pasar rato en familia puede ayudarles a conciliar el sueño mejor. La televisión, la redes sociales o el ordenador les excita y su luz no es del todo buena para minutos más tarde dormir. Los aparatos electrónicos pueden llegar a generar insomnio, además de mucha adicción que no es buena antes de meterse en la cama. Un buen hábito que les relaje es perfecto para que estén listos para dormir.
No es magia
No te desesperes, hay que tener paciencia. Los logros se consiguen poco a poco. Aunque te parezca que cada día es un gran desafío, poco a poco el niño se irá acostumbrando. Al principio será complicado, pero en cuanto se vaya acostumbrando todo te resultará más sencillo. ¡Ánimo a todos!