La clave para despertar la curiosidad a los niños es contarles lo justito que deben saber. No mucho para no aburrirles, pero no poco para que muestren interés. Los beneficios de un niño curioso son muchos. ¿Cómo motivar su curiosidad?

Si tenéis un niño que no para de hacer preguntas ya sabéis lo complicado que es muchas veces darles la respuesta perfecta, una que les suscite interés, pero que no les aburra. Enseñar a los niños pequeños no es sencillo. Pero, para su desarrollo es realmente importante despertar su curiosidad, hacer que se cuestionen y que quieran profundizar sobre temas que les interesen.

El conocimiento e incertidumbre= aprendizaje

Los niños que saben menos sobre ciertos aspectos tienden a hacerse más preguntas, quieren aprender y saber más que aquellos a los que ya se les han enseñado algunas cosas. Muchas veces el vacío de conocimiento es lo más motivador para niños pequeños (niños de 2 a 5 años). Como bien sabéis yoyoramers, los niños no solo aprenden en el colegio, también en casa, por lo que vosotros también podéis suscitar su curiosidad a tope.

El aprendizaje fuera del colegio

En un entorno familiar, fuera de la rutina escolar, el niño está más tranquilo y más relajado. Por su puesto que en el colegio los niños se hacen preguntas, pero fuera de él, en casa, los niños están constantemente descubriendo nuevas cosas. La figura de un padre o una madre es fundamental para este proceso de descubrimiento. Donde más preguntas se hace un niño de tan temprana edad es en las situaciones cotidianas. No nos olvidemos de que están explorando el mundo y todo es nuevo para ellos.

La importancia de despertar la curiosidad a un niño

Enseñarles lo justo

Tampoco se trata de dejarles a su aire para que los descubran todo ellos, porque es posible que no encuentren motivación. Aunque también hay que tener cuidado, en caso de que se les presione demasiado, podrían resistirse y perder el interés. Según varias investigaciones, el niño encuentra algo interesante si tienen la información justa para estimular su curiosidad, pero no demasiada para que el tema no les aburra. 

Hacerles preguntas

Hay muchas formas de incentivar o motivar su creatividad, una de ellas es hacerles preguntas abiertas. Los niños pondrán a prueba su creatividad la desarrollarán. Además, les ayudará en su proceso de aprendizaje. Estimular tanto su curiosidad como su creatividad hará que se conviertan en personas con un pensamiento más crítico. Y no solo eso, también tiene un impacto en su manera de relacionarse con los demás, el niño que se cuestiona y es curioso tiende a tener más personalidad y a pensar más por sí mismo.

La lectura

Las películas, el arte, el teatro y los libros estimulan muchísimo la creatividad de los peques. La imaginación puede y debe ser alimentada. Los libros hacen que el niño tenga que poner en imagen lo que están escuchando o, más tarde, leyendo. Leer un libro en voz alta y hacerle preguntas puede ayudarnos a entender como funciona la mente de nuestro hijo: saber qué le interesa más, a qué presta atención, qué le sorprende y qué no… Por eso es muy importante leer a los niños, y ya cuando sepan, que mantengan la costumbre de leer. Es toda una fuente de sabiduría y una gran manera de cultivar su creatividad.

La importancia de despertar la curiosidad a un niño

Cuidado con corregirles demasiado

Muchas respuestas que dan los niños a preguntas que les hacemos suelen ser divertidas, pero también erróneas. Sin embargo, hay que tener cuidado con cómo y cuánto les corregimos. Corregirles demasiado puede ser perjudicial para su motivación y creatividad, aunque, les ayuda a encontrar la respuesta correcta más fácilmente. Por eso, encontrar la balanza ideal entre aprendizaje y creatividad para cada niño es esencial.

A veces, incentivar su curiosidad puede ser más difícil que saciarla, pero es muy necesario para que los niños vayan entiendo poco a poco todo lo que les rodea.