Sabemos que no queremos ser unos padres que castigan todo el rato y que están a bronca limpia con sus hijos sin parar, pero tampoco nos podemos pasar de permisivos, ¿no creéis Yoyoramers? La gran pregunta es dónde están los límites, hasta qué punto puedo mostrarme permisivo con ellos sin que me toreen.

Todo es posible si se hace con una estructura en la cabeza y no a lo loco. Es decir, tenemos que tener muy claro dónde están nuestros límites qué está bien y está muy, muy mal para nosotros y así hacérselo entender a nuestro hijo. Seguro que en la clase de vuestro hijo hay padres que le dejan hacer de todo a sus hijos, pero eso no siempre es bueno. Permitir a tu hijo demasiado puede hacer que se vuelvan más agresivos, más impulsivos y que pierdan el respeto a la figura de los padres.

El respeto es fundamental

Es muy difícil avanzar en la educación de los peques en el momento en el que los niños pierden el respeto hacía sus padres. Ya no existe la obediencia, no saben diferenciar entre las distintos roles de hijo y padre. Así que hay que tener muuuucho cuidado, no les podemos pasar por alto ni una falta de respeto nunca a nuestros niños. Entonces, ¿es posible criarles siendo permisivos y que mantengan el respeto hacía nosotros?

La respuesta es sí, hoy os damos las claves para ello.

Encontrar un balance

Hasta ahora podríamos decir que existen dos tipos de padres: los padres autoritarios, aquellos que exigen a sus hijos mucho y no tienen en cuenta las necesidades de los niños, y los padres permisivos, aquellos que tienen en cuenta las necesidades de sus hijos pero no les exigen lo que deberían. Lo mejor es  coger los aspectos positivos de ambos padres y educar así a nuestros hijos. Lo más importante es encontrar un balance.

Aspectos positivos de un padre permisivo

Durante el confinamiento no era tan simple ponerse firmes, ¿verdad? La situación era complicada, los niños no podían salir, no estaban acostumbrados a estar tanto tiempo en casa y muchas veces, decíamos que sí a más de lo que queríamos. Para que os quedéis tranquilos, que sepáis que no es un razonamiento raro ni está mal. De hecho, aquí queda retratado unos de los aspectos positivos de un padre permisivo. Normalmente, estos tienden a ser más empáticos y compasivos. Sabíamos que el confinamiento era una situación difícil para nuestros niños así que intentábamos ponernos en su lugar. Un padre permisivo, generalmente, escucha a sus hijos de forma activa, intenta responder sus necesidades reales, y da valor a sus sentimientos. Es una bonita forma de empezar a tratarles más de igual a igual, lo que hace que se establezca una relación más madura y más íntima con el niño. Pero cuidado yoyoramers, nunca podemos dejar que se pasen los límites.

Es importante establecer unos límites

Los límites deben estar ahí siempre, porque estos también son beneficiosos para los niños. Mostrarles que existen unos límites en su comportamiento, les ayuda a interiorizar las normas que se encontrarán en cualquier lugar, a saber gestionar su frustración, a ser capaces de autocontrolarse e incluso a resolver problemas. Nos encontramos con normas en cualquier sociedad civilizada, enseñarles a respetar unos límites es una lección no solo para casa, sino para su vida. Pero, ¡Cuidado, mamis y papis! No dejéis que os coma la crianza perfeccionista, serlo demasiado puede hacer que los niños perciban todo como un fracaso y luego tener problemas de autoestima.

Formar equipo

Para no confundir al niño, debéis formar con vuestra pareja o ex-pareja siempre un equipo. Ir a la contra podría hacer que el niño no comprenda bien qué es lo que está mal y qué es lo que está  bien. Establecer unas normas los dos juntos, hacer que el niños las respete y las entienda ,sobre todo. Además, siempre s bueno el refuerzo positivo, tan importante es decirles lo que está mal como lo que está bien.

Sabemos bien yoyoramers, que es más fácil decir todo esto que ponerlo en práctica. No os frustréis si a veces no sabéis como gestionarlo, lo mejor que podéis hacer contar con vuestra pareja y apoyaros el uno en el otro. Además, no olvidéis que siempre seréis el mejor ejemplo par vuestros hijos, así que si le pedís algo como, ordenar su cuarto, por ejemplo, intentad tener el vuestro también ordenado. ¡Es la mejor forma de que aprendan!