Responder a peticiones de nuestros hijos con un «tal vez» o «puede» no es bueno para ellos. Estas expresiones de incertidumbre pueden generarles ansiedad y crearles la impresión de que tienen unos padres con las ideas poco claras.

Los niños necesitan a unos padres seguros de la educación y de los valores que quieren transmitirles.  Aunque muchas veces se les responda con toda la sinceridad del mundo diciendo «puede», es mejor no responder «tal vez» a los niños. ¿Cuántas veces os ha pasado que vuestros hijos insistan e insistan en hacer un plan, muchas, verdad? Vosotros no estáis demasiado convencidos y al final acabáis respondiendo «tal vez».  Esto puede ser muy perjudicial para ellos, y hace que si luego la respuesta es un «no», les cueste mucho más asumirlo.

No todas las peticiones son iguales

Yoyoramers, sabemos que es complicado, que hay peticiones que no son fáciles de responder y que requieren reflexión. Así como algunas están claras, «sí, podéis salir a jugar al parque» o «no, no podéis faltar al colegio», otras muchas exigen un tiempo de meditación o una charla con vuestra pareja. Es normal recurrir al «puede» cuándo no estáis convencidos sobre si lo que os está pidiendo vuestro hijo es bueno o malo para ellos, hoy os daremos unos tips para evitarlo.

Debilita la confianza en los padres

Si los niños se acostumbran a que sus padres no les den respuestas concretas, hay grandes posibilidades de que pierdan la confianza tanto en los padres como en su palabra. En el caso de que los niños dejen de confiar en sus padres, el respeto hacía ellos puede verse también dañado. La incertidumbre hace que los niños incluso lleguen a cuestionar la autoridad de los progenitores y se planteen tomar ellos su propias decisiones. Es decir, si respondemos «tal vez» a preguntas cómo, «¿puedo ver la tele?», o, «¿puedo beberme una coca-cola?», los niños probablemente optarán tanto por ver la televisión, como por tomarse ese refresco. E incluso, acostumbrados a demasiados «quizás», los niños tenderán a dejar de hacer ciertas preguntas.

Quizás, quizás, quizás

Hasta que no se les da un «sí» o un «no», los niños imaginan las respuestas de sus papis. A algunos niños optimistas les puede dar por pensar que «sí», en este caso, que al final sea «no», puede ser un golpe muy bajo para ellos.  Se pasan el día pensando que invitarán a sus amigos al jardín el sábado y si finalmente no pueden hacerlo, pueden llevarse un disgusto muy grande. Sin embargo, si desde el primer momento les decimos «no», los niños lo asimilan más rápido ya que no les da tiempo a fantasear con la idea.

«Ya veremos» genera ansiedad

Para los niños algo más negativos, la incertidumbre puede generarles ansiedad. Temen un «no» que todavía no han recibido y están a la espera de la peor de las noticias para ellos. La agonía con la que viven estos peques hasta obtener una respuesta definitiva, les lleva a sentir una angustia que hace que la decepción al obtener la respuesta sea enorme. Si esto se repite de forma rutinaria, los niños se volverán aún más negativos, y el tiempo de incertidumbre cada vez más desagradable. 

Alternativas a un «tal vez»

Existen varias alternativas a un «quizás». No tenéis porque estar 100% seguros de si es un «sí» o un «no», podéis poner condiciones si eso os preocupa. Si la respuesta es «no», lo mejor es dar una razón que sea coherente con las normas que habéis establecido en casa. Si se le explica adecuadamente, el niño será capaz de entender el «no». En caso de que respondáis afirmativamente y algo os preocupe, dejádselo siempre claro. Decid «sí», pero estableced las condiciones desde el primer momento, al niño le tienen que quedar claras. Cuándo respondáis «sí» a algo como «¿podemos ir a comprar un helado?», aseguraos de cumplirlo pronto. Y si eso no es posible, lo mejor es poner un plazo a la petición.  A veces algunas de las peticiones requieren más tiempo, en este caso, dejadles claro la fecha en la que vais a darles una respuesta y además, repetidles que eso no significa ni «sí» ni «no», sino que simplemente necesitáis tiempo. ¡Lo recomendable es que no dejéis pasar demasiados días, dar una respuesta lo antes posible es siempre la mejor opción!

 

Siempre podemos sustituir un «puede» por respuestas que den algo más de seguridad, por ejemplo, «ahora no puedo responderte, dame unos minutos y te doy una respuesta», o, «lo tengo que pensar, mañana cuando te recoja del colegio te digo». Simplemente se trata de practicar una comunicación clara y honesta que beneficiará a los niños. ¡Mucho ánimo yoyoramers!