La magia de la navidad es maravillosa y es normal que no queramos que los niños dejen de creer en ella. Aún así, es inevitable. Si estáis un poco perdidos porque no sabéis como afrontarlo, aquí os dejamos algunos consejos.
La ilusión que tienen los niños por la noche de Reyes es algo que no queremos que pierdan nunca. Sin embargo, cada año que pasa están más cerca de dejar de creer en la magia. Es difícil saber qué es lo mejor para ellos, si es mejor adelantarse y desvelárselo tú o si es preferible que lo descubran ellos mismos. Se nos invade la cabeza de todo tipo de preguntas: ¿Cuándo hacerlo?, ¿Cómo hacerlo?, ¿Es normal que un niño de 13 años siga creyendo? No sabemos qué es lo correcto, pero os dejamos algunas ideas para afrontarlo de la mejor manera posible.
Nunca habrá un momento perfecto
Muchos expertos recomiendan adelantarse y ser nosotros mismos quiénes les contemos la realidad sobre los Reyes Magos, aseguran que es lo mejor ya que hacemos que confíen en nosotros. Contarles nosotros mismos lo que ocurre, además de ser un buen ejercicio de madurez para los niños, supone tratarles de tú a tú, algo muy importante para ellos. Dejar que se enteren ellos mismos en el cole tiene más peligro ya que otros niños pueden-inocentemente- no hacerlo con tacto o de la manera adecuada.
El cómo hacerlo es crucial
La noche de los Reyes Magos o la navidad en general es extremadamente importante para los niños. Por ello, hay que ser muy delicados a la hora de contarles la verdad. Una buena manera de hacerlo es transmitirles esta verdad a través de una historia, hay cuentos que transmiten de una forma muy especial. Es recomendable no hacerlo en plena navidad, si crees que tu hijo ya tiene sospechas y que es hora de contarle la verdad, es mejor no esperar a la noche de Reyes para hacerlo. Adelantarte en el año hará que tenga su tiempo para digerirlo.
Cada niño es diferente
Hay que entender que cada niño es diferente, y que no todos van a saber el secreto de la navidad a la vez. En caso de que decidamos ser nosotros mismos quiénes explicamos el secreto a nuestros hijos, hay que decirles que no digan nada. Es mejor convertirles en nuestros cómplices para que no quiten la ilusión a otros niños más pequeños o a niños que todavía sus padres creen que no es un buen momento para hacerlo. Cada niño tiene una madurez diferente, y solo quiénes bien le conocen saben si es un buen momento para contarles lo que realmente ocurre en la noche de los Reyes.
¿Es perjudicial?
Evitar contarles la verdad demasiado tiempo sí puede ser perjudicial para ellos. Los niños comienzan a deducirlo en algún momento cuando están en los cursos 1º, 2º o 3º de primaria. Si se les oculta la verdad durante demasiado tiempo, el niño podría ser objeto de burla. Es cierto que cada niño tiene su ritmo, pero es recomendable que lo sepan sobre los 10 años. Ocultarles la verdad más tarde de los 10-12 años, podría llegar a ser perjudicial para ellos.
No perder la magia por completo
Es importante contarles que tanto los Reyes Magos como Jesucristo existieron realmente hace mucho tiempo. El proceso es muy común, primero llegan las sospechas, luego las afirmaciones de ciertos amigos y por último la confirmación de los padres. Adelantarse a ello podría ayudarles a seguir planteando la navidad como una época muy especial en la que suceden cosas bonitas y en la que la familia se reúne al completo. Al principio, puede que los propios niños se nieguen a conocer la verdad ya que prefieren no creer en ella. Pero, una vez lo hayan aceptado, se puede enfocar la navidad de una forma muy especial también.
Todo es cuestión de hacerlo con un poco de tacto y averiguar, según cada niño, cuando es el momento idóneo para revelarles la verdadera historia de los tres Reyes Magos de Oriente.