El COVID ha causado grandes impactos en todos nosotros, pero sobre todo en los niños. El verano es un buen momento para recuperar el tiempo perdido.
Los niños han experimentado dos años muy raros. El COVID ha causado grandes impactos en ellos, por eso, desde Yoyorama creemos que es importante tratar de reparar los daños causados. Unos lo habrán pasado mejor y otros peor, pero todos de alguna forma han visto su normalidad modificada, desde daños en el plano social, emocional hasta en el educativo. Hoy os dejamos 4 tips para poder reparar estos daños.
Paciencia con los problemas sociales
La cuarentena o el distanciamiento social han provocado impactos en la manera de relacionarse de los niños. Durante el verano todos estos baches sociales pueden intentar solucionarse, jamás debe de hacerse desde la obligación y la presión. ¿Lo mejor? Hablar con ellos, que expliquen la situación, e intentar ver juntos dónde está le problema. Socializar en la playa, en el parque, y apuntarle a algún campamento o curso durante el verano les ayudará enormemente.
Seguir con los estudios en verano
El COVID provocó grandes problemas en el aprendizaje de los niños. Dejar de ir al cole durante tanto tiempo hizo que muchos niños perdieran capacidades matemáticas o lingüísticas. Numerosos colegios aseguran que incluso los alumnos volvieron al cole con un nivel escolar más bajo. El verano es un momento para desconectar y descansar, pero no para perder los estudios de vista. Cada vez son más los expertos que nos demuestran que el verano puede impactar negativamente en el desarrollo de los niños si se olvidan por completo de lo aprendido durante el año. Por ello, se recomienda comprar al menos dos cuadernillos de verano para que los niños sigan entrenándose de vez en cuando y así, la vuelta en septiembre no sea tan dura. Además, la lectura es fundamental, con tanto tiempo libre, el verano es idóneo para que los niños aprovechen para leer.
¿Las emociones?
Estos tiempos raros han hecho que muchos niños no sepan poner nombre a sus emociones, las confundan o no las comprendan. Durante estos meses podéis aprovechar para hablar y sincerarnos sobre como os sentís y sobre todo, sobre como se sienten los peques. Nosotros somos quienes podemos enseñarles a llevarlas y a saber gestionarlas e identificarlas.
Disfrutar de la familia
Durante el año no es sencillo encontrar un momento para estar todos. El verano está para recuperarlo. Podéis crear varias noches temáticas a la semana o instaurar alguna que otra tradición veraniega, esto emociona mucho a los niños y fortalece los vínculos familiares.