Ahora que podemos coger aviones sin problemas, pasamos un día en… Menorca
Las medidas restrictivas sobre desplazamientos y movimientos están cayendo poco a poco. La situación mejora notablemente y las restricciones, como es lógico, se relajan. Aprovechando que podemos empezar a coger aviones con relativa normalidad nos lanzamos a pasar un día en… Menorca.
Queremos descubrir el valor y todo lo bueno de nuestras islas para que este verano, donde el turismo nacional será lo que prime en España, tengáis a disposición todos los detalles de nuestra geografía.
Hemos viajado durante las últimas semanas de norte a sur y de este a oeste; desde San Sebastián hasta Sevilla pasando por Plasencia, Madrid y Valencia. Ahora, toca pasar un día en… Menorca.
Qué ver en un día en Menorca
Nuestros viajes express parten de la base de que tenemos que recorrer la ciudad, o sus puntos imprescindibles, en cuestión de 24 horas. En el caso de Menorca no iba a ser menos, aunque se puede hacer mucho más.
Empezamos por una visita al maravilloso Puerto de Ciutadella para pasear por su increíble casco histórico. Dejaros imbuir por sus callejuelas a través de la Plaza Nova, oliendo las materias primas del Mercado des Peix, colándoos entre los muros de su increíble Catedral y cruzando una y otra vez los restos, impecables, de su muralla medieval.
Son esos tres puntos la referencia que debéis llevar para conocer en detalle su casco histórico.
Se trata en este inicio de nuestro viaje de perderse. Tan simple y tan complicado. No mirar el reloj ni el teléfono e imaginar lo que por aquellas calles habrá pasado en los siglos anteriores. Se permite sacar el smartphone para las fotografías de rigor.
Dirigíos a Mahón, la capital de la isla. Allí toca descubrir la Fortaleza de Isabel II y la destilería de Gin Xoriguer, no todo va a ser pasear y hacer fotografías. Es esta la bebida más famosa de la isla.
Tocará entonces pensar en comer.
Las piernas pesan después de varias horas caminando así que toca reponer fuerzas llenando el estómago. Os recomendamos tapear en cualquier terraza de comida local, porque esto último es lo importante. Debéis probar, si no no os dejarán salir de la isla, el queso de Mahón y la sobrasada. ¡AH! No os olvidéis tampoco del gató, una torta de almendra que para el postre funcionará de maravilla.
Después de comer, al sol.
Si antes de tomar el sol os quedan ganas de pasear, os recomendamos una ruta, mitad en coche mitad a pie, por el Parque Natural de la Albufera de Grau en busca del Faro de Favàritx. La idea es llevaros una postal única en forma de vistas panorámicas.
Pensando en la tarde, en el descanso de los guerreros, calas. Continuamos hasta el sur de la isla para descubrir las tres calas más famosas de la Menorca: Turquesa, Macarelleta y Galdana. Arena blanca y agua turquesa para refrescaros después de un día de turismo antes de prepararos para cenar en un restaurante muy especial en el que hemos pensado.
Y para cenar, Mon.
Uno de los restaurantes que ha sido reconocido en la edición de 2020 por la guía Michelín. Según los que saben, su chef, Felipe Llufriu, es un enamorado de los productos frescos de la tierra y del mar. Basa su cocina en la materia prima y apuesta por los productos locales como el queso de Mahón.