Llega diciembre, uno de nuestros meses favoritos. Luces, chocolate, familia, risas, regalos… Y este año, pocos abrazos y trocitos de tela en la cara tapando nariz y boca. Aquí van nuestras recomendaciones para una Navidad más equlilibrada
La nutricionista María Pastor vuelve a abrir con nosotros su «consulta» con recomendaciones para una Navidad más equluilibrada.
Reuniones de menos personas, y aunque nos pueda parecer que las navidades van a ser menos navideñas que nunca, al final, poniendo un poco de imaginación y repartiendo a los nuestros, con todo el cuidado del mundo, podremos disfrutar, de una forma diferente, pero disfrutar a fin de cuentas, de estas fechas. Las reuniones de 6 pueden ser un arma de doble filo, multiplicando las comidas y cenas navideñas que vamos a poder tener en el mes en algunos casos. ¿Cómo enfrentarnos a todas estas comidas, turrones, bombones; brindar por Skype o en persona (pero con su copita en mano); y mantener una alimentación lo más saludable posible?
Muy sencillo, con EQUILIBRIO.
No te agobies, no es cuestión de comer mucho un día y estar a caldos al siguiente. Ésto, lejos de ayudarnos puede generar ansiedad y hacer que entendamos que el día ‘’que me paso’’ todo vale, excediéndonos muchísimo, con su consecuente malestar intestinal y excesivo superávit calórico.
RECOMENDACIONES PARA UNAS NAVIDADES MÁS EQUILIBRADAS:
- Asegura en cada comida, la presencia de al menos 1 plato vegetal en la mesa; verduras asadas, ensaladas con granada, sticks de verduras al horno con cúrcuma y curry, ‘’Hummus’’ de alcachofa o coliflor, ‘’falsas tostas’’ de berenjena con anchoas y escalivada…
- 0 un buen tomate aliñado.
- Tú decides. Pero estés en casa o en un restaurante, recuerda que debe haber verduras en tu primer plato, o en el centro de la mesa.
PSS* Ojo con servirnos en el plato y no hacer doble pinchada habiendo utilizado ya nuestros cubiertos! ¡Seguimos teniendo que ser precavidos por el COVID!
- Para el plato principal trata de priorizar alimentos ricos en proteínas como carnes, pescados, huevos (ej. pastel de huevo, puerros y coliflor con trocitos de queso de cabra) o proteína vegetal (Soja texturizada, hamburguesa de legumbre, etc.)
Dejando pastas, patata, arroz u otra fuente de carbohidratos para la guarnición. Y haciendo de su consumo como plato principal, algo puntual (pastas, arroces, pizzas …).
Sin restricciones, ni dicotomías a lo ‘’todo’’ o ‘’nada’’ pero siendo consecuentes con nuestras elecciones. Si una semana tengo dos comidas, trata de variar tus elecciones en éstas y si una ha sido excesivamente copiosa, que la siguiente no lo sea tanto. Sin ansiedad ni auto imposición, sencillamente buscando una buena tolerancia de nuestro organismo a tantas comidas o ‘’extras’’ (como un bombón que te regalan en la ofi…) y el mayor autocuidado posible.
Además de todo esto, no podemos olvidar la importancia de los postres y las bebidas. Ambos, altos en azúcares, calorías y, muchas veces, los realmente ‘’culpables’’ de que de verdad diciembre, sea un mes de excesos.
Cómo evitarlo
- Trata de restringir las bebidas alcohólicas en la medida de lo posible. Si están presentes en alguna comida/cena, no abuses de su consumo. Sin superar las dos unidades diarias. Intercalando entre toma y toma agua y acompañando siempre tu comida de una jarra o botella de agua. La sed, con agua, el alcohol, despacito, y en cantidad comedida.
(*como sanitaria te recuerdo que su consumo no es inocuo y debe evitarse)
- Otras bebidas, como los refrescos, llenarán de azúcar y calorías nuestra comida además de afectar negativamente a nuestra digestión. ¿Mi recomendación? Prescindir de éstos, y si puntualmente se incluyen, de nuevo intercalarlos con agua y escoger su versión sin azúcares.
Postres y dulces
- En comidas y cenas haz de la fruta fresca el postre principal. Qué bien sienta la piña después de comer, ¿eh?, ¿sabías que tiene enzimas digestivas, o como digo siempre ‘’tijeras’’ que ayudan a hacer mejor la digestión?
- Otras opciones como un café suave, requesón con una onza de chocolate negro derretido (>80%) o brochetas de frutas con chocolate negro; pueden ser también alternativas estupendas.
- Limita postres más densos energéticamente como una tarta o similar para días contados, sabemos que va a caer algún bombón en el mes, roscón en Reyes y un largo etcétera. No hace falta que tus comidas acaben también con este tipo de platos, pero, si te apetece mucho, lejos de prohibir, recuerda, que siempre puedes compartir, probando un cachito entre varios para acompañar tu postre principal a base de fruta o café/infusión suave.
Por último recalcar que hay otros planes que aún podemos hacer más allá de los encuentros gastronómicos y que es muy importante mantener la actividad física todo el año, pero también y especialmente en navidad. Y que siempre hay recetas o alternativas algo más saludables que las convencionales en cuanto a platos y dulces navideños se refiere.
Antes de despedirme deciros una última cosa… creo que no es año de bandejas de turrones fuentes de contagio, pero tampoco de bandejas de turroncitos empaquetados o bombones, … esto solo hace que día a día cada vez que pasemos por delante caigamos en el picoteo constante.
No te lo pongas difícil con su exhibición continua, pero se permisivo si en algún momento, te das un capricho dulce. Con consciencia y no por inercia. Disfrutando sin culpa pero sin dejarnos llevar por el ‘’arraso con todo’’.
Pon cabeza, salud, ¡y disfruta de éstas fechas, de los tuyos y de la Navidad!