Recetas de San Isidro saludables y sabrosas para celebrar la fiesta más chula de la mano de Ana Núñez, Dietista-nutricionista experta en nutrición infantil y nutrición en el embarazo

[Abrimos semana chulapa con Ana Núñez, Dietista-nutricionista experta en nutrición infantil y nutrición en el embarazo] Se acerca el día 15 de mayo y quiero dejarte algunas versiones de las recetas de San Isidro saludables y sabrosas para que podáis disfrutar en familia de los dulces típicos de Madrid sin dejar de cuidaros. ¡Y además hechos en casa con ayuda de los peques! 

Los dulces tradicionales suelen llevar altas cantidades de azúcar, harinas refinadas y aceites para fritura y aunque es cierto que por tomarlos una vez al año no pasa nada, si juntamos todas las fiestas nacionales y sus platos típicos quizás nos damos cuenta de que no son pocos. Si preparamos en casa versiones algo más saludables y además les pedimos a nuestros hijos que nos ayuden en la cocina, conseguiremos pasar un día en familia con los peques entretenidos, les enseñaremos a comer más sano y descubriremos platos y sabores nuevos.

Rosquillas healthy

En San Isidro comemos dulces como barquillos, almendras garrapiñadas, bartolillos o manzana caramelizada. Pero sobre todo comemos rosquillas, las hay tontas, listas, francesas y de Santa Clara, todas con la misma base pero con diferentes acabados. Nuestra versión un poquito más ligera lleva:

  • 250 g de harina de trigo integral, avena, espelta o almendras.
  • 3 huevos 
  • 50 g de aceite de oliva 
  • 1 cucharadita de anís en grano o en polvo
  • Edulcorante o pasta de dátiles. Si quieres añadirle azúcar, podemos reducir la cantidad original y ponerle 50 g.

¿Cómo se hacen?

  • Precalienta el horno a 200ºC. 
  • Bate los huevos con el azúcar o edulcorante hasta que esté bien integrado. Añade el aceite y el anís y vuelve a mezclar. Añade la harina y ¡comienza la fiesta! Toca trabajar la masa con las manos, para lo que pueden ayudarte los niños.
  • Cuando la mezcla esté bien homogénea y compacta, la dejamos reposar en forma de bola durante una hora en un recipiente cubierto con un paño limpio.
  • Una vez pasado este tiempo, se les va dando forma a las cosquillas (este paso seguro que les encanta a tus hijos) y se ponen en la bandeja del horno con papel vegetal para que no se peguen.
  • Píntalas con huevo y hornea durante 15-20 minutos, hasta que se doren. 
  • Dejad que se enfríen y ¡a comer!

Estas serían las rosquillas tontas, que no llevan nada por encima, las listas llevan un baño de azúcar fondant, así que para hacer una versión más sana podéis fundir chocolate negro (mínimo 75% de cacao) con un poquito de aceite de coco, oliva o agua y ponerlo por encima. Las francesas se acaban rebozando en almendra picada, así que podéis recrearlas en casa, y las de Santa Clara llevan merengue, pero en casa podéis hacer una nata sin azúcar, por ejemplo. 

En realidad estas rosquillas de San Isidro dan pie a muchas combinaciones, cada uno puede poner el topping que más le guste y tener su rosquilla personalizada: frutos secos picados, fruta seca, chocolate picado o fundido, crema de frutos secos… Os invito a hacer en casa un concurso castizo, ya que este año no habrá mucha celebración en la calle, poneos los trajes de chulapos y a cocinar en familia. El que haga las rosquillas más ricas y baile el mejor chotis, es el ganador. ¡Vosotros decidís cuál es el premio!

Tradición madrileña en modo healthy

Y como las rosquillas no son la única tradición de San Isidro, podéis preparar un picnic en casa juntando algunos platos tradicionales madrileños:

  • Patatas bravas: corta las patatas en cuadrados y hazlas al horno para acompañarlas de salsa de tomate casera con un toquecito picante.
  • Bacalao rebozado en harina de garbanzos y horneado.
  • Tortilla de patata con o sin cebolla (como nutricionista debería decir que mejor con cebolla, más nutritiva y jugosa, pero soy del equipo “sin”…): puedes cocer la patata o hacerla al microondas en lugar de freírla. 
  • Recuerda acompañar todo esto de una buena ración de verdura, preferiblemente de producción local.
  • De postre, una rosquilla o una manzana asada, tan típica de la verbena, pero sin caramelo, o unas almendras tostadas con un poquito de edulcorante para versionar las clásicas garrapiñadas. 

La cocina y la alimentación saludable nos pueden hacer conectar con nuestros hijos y pasar un día festivo estupendo. ¡Feliz San Isidro!