San Valentín está al caer. Uno de esos días en el que las parejas se declaran su amor por todo lo alto con regalos, flores, bombones, cenas románticas y muuuucha intimidad. Pero, ¿qué pasa cuándo llegan los niños?, ¿acaso se termina la fiesta? Si eres de los que les gusta celebrar este día tan especial y no tienes con quién dejar a tus hijos, o directamente prefieres incluirlos en el festejo, atento.
Hay un montón de actividades que podéis hacer en familia sin renunciar a tener vuestro momento romántico. A ellos les encantará sentirse parte de vuestro amor y estarán felices de colaborar para conseguir que, entre todos, sea un San Valentín de lo más divertido.
La decoración para San Valentín
No hay nada que les guste más a los peques que hacer manualidades, así que puedes aprovechar los días anteriores para tenerlos entretenidos recortando, dibujando y pegando. Podéis hacer guirnaldas de corazones, flores de papel de seda, dibujos… ¡lo que se les ocurra! El día en cuestión, dedicad la mañana a dejar la casa preciosa.
Un desayuno sin diamantes
¿A quién no le gusta despertar con un delicioso desayuno en la cama? Deja que los niños os mimen por un día y que os sorprendan con sus creaciones culinarias. Si son muy pequeños, puede ser un paquete de galletas, o unas tostadas cortadas con estos moldes en forma de corazón de Claudia&Julia, algo muy sencillo y que les permita sentir que os están mimando.
Un menú de San Valentín muy especial
Ya sabes lo mucho que les gusta a los niños sentirse chefs, y no se nos ocurre mejor momento que este, para darles rienda suelta a su creatividad. ¿Por qué no preparáis el menú del día entre todos? Sentaros un par de días antes a planificarlo, así podréis comprar los ingredientes necesarios para tenerlo todo listo.
Cuando llegué el día, colaborad todos en la preparación de la comida, os lo pasaréis en grande. Una sugerencia es que optéis por platos y formas que hagan referencia al día de los enamorados, corazones, alimentos de color rojo y una alta dosis de dulzor. No os olvidéis de decorar también la mesa para que quede bonita.
Regalos para todos
¿Por qué no? Se nos ocurre que podríais hacer un amigo invisible 100% artesanal, en el que todos los participantes, intercambien regalos hechos por ellos mismos. Puede ser muy divertido y, de paso, dejarás que desarrollen su creatividad y su talento artístico.
Tarde de pelis románticas
Hay muchas películas que destilan amor y que son aptas para niños. Echa mano del mando a distancia, haz unas palomitas y prepárate para pasar una tarde abrazados en familia. Seguro que después de un día tan ajetreado, los peques caen rendidos y podéis tener ese ratito en pareja que tanto necesitáis.
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