Si hay algo que caracteriza al verano es que nuestros niños pasan más tiempo en casa, lo que significa que tenemos ante nosotros unos días muy valiosos para ayudarles en su educación nutricional.
Sé que muchas veces esto lo cogemos con ganas pero, cuando no vemos resultados inmediatos…tiramos la toalla. Por eso es importante que recordemos que la educación, como en todos los ámbitos, es un camino y lleva su tiempo. Un niño en tercero de infantil aprende del 1 al 3 para aprender a sumar en primaria. Con la alimentación, sucede lo mismo. Si termina el verano habiendo amado una nueva fruta, ¡objetivo conseguido! El resto, de todo lo aprendido, es un grandísimo paso para su educación nutricional futura.
Y ahora si, habiendo puesto todo en contexto pasemos a una de las comidas que más quebraderos de cabeza nos causa a los padres y que aporta a los niños en torno al 15% de su energía y nutrientes diarios, hasta un 30% si incluimos el snack de la mañana ¡1/3 de toda su alimentación! Las meriendas y snacks. A continuación, te muestro algunos de los alimentos más utilizados para snacks y meriendas e ideas para ofrecérselos de manera óptima y equilibrada a los veraneantes de la casa.
1. Lácteos en la merienda
Los lácteos son una buena fuente de proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y además, son una opción rápida para ofrecer a los niños cuando no tenemos mucho tiempo. Es importante que se acostumbren a consumirlos sin azúcares ni sabores artificiales, pero si les cuesta un poquito podemos aportarle un extra de sabor mezclándolos con fruta natural, coco o canela.
Algunas ideas de meriendas y snacks con lácteos:
-
Bol de kéfir con melocotón y almendras.
-
Batido casero de yogur con arándanos y canela.
-
Leche fría con canela y un poquito de limón
2. Verduras, frutas y hortalizas en los snacks
Las verduras y hortalizas, cuanto más variadas en colores y tipos, mejor. Aunque las verduras sean algo más complicadas de incorporar en meriendas, se pueden incluir en recetas de repostería saludable como un bizcocho de calabacín y chocolate o unos muffins integrales de calabaza y avena.
Las hortalizas como la zanahoria, el apio y el pepino son perfectas para cortar en palitos y acompañar un dip de guacamole o hummus.
Y si hablamos de la fruta y más de verano, las opciones son ¡muchísimas! Que tal un smoothie de fresa, plátano y avellanas o unos pinchitos de jamón ibérico y melón ;)
3. Los panes y bizcochos
Los bocadillos, las tostadas, los bizcochos y las galletas son muy habituales en las meriendas de los niños. Para hacer que sean opciones más saludables, priorizaremos siempre los panes y las harinas integrales y para endulzarles, que sea con ingredientes naturales como fruta o dátiles.
Algunas ideas muy nutritivas:
-
Tostadita integral con requesón y bonito.
-
Bocadillito de pan de espelta integral con huevo duro y aguacate.
-
Galletitas caseras de avena y plátano para la piscina ;)
La clave para conseguir meriendas equilibradas es ir variando e introduciendo nuevos alimentos para que los niños vayan probando y descubriendo nuevos sabores mientras llenan su cuerpo de nutrientes. ¿Te apuntas a aplicar estas ideas y consejos?
Y ya sabes si quieres ideas, consejos y apoyo en este camino de ayudar a nuestros niños a cuidarse, mientras nosotras somos su mejor ejemplo: Te lo cuento todo en mi libro Mamá Slow tu guía de nutrición en todas las etapas de la maternidad.
Con cariño,
Elizabeth González