Antes de que hagáis la maleta, resumimos cuáles son los problemas de las vacaciones para que no os pillen por sorpresa
Han pasado casi dos años desde que disfrutamos del último verano en circunstancias normales. Parece que se nos ha olvidado como vivíamos antes de la pandemia que paró el mundo. Pero afortunadamente, el virus va desapareciendo y las ganas de volver a ser como éramos, apareciendo.
Viene una época en la que si nos organizamos bien, disfrutaremos de la mejor manera posible de la playa, el camping, la montaña o el plan que hayamos preferido para pasar en familia. Pero antes de eso, es fundamental la organización del viaje y ahí, es donde vienen los líos.
¿Os acordáis yoyoramers del estrés pre vacacional? A modo de humor os recodamos las situaciones más incomodas para que os volváis a poner en la realidad.
Los problemas de las vacaciones uno a uno
La ropa, ¿Ha menguado?
Ha debido ser eso, porque nosotros en dos años hemos mantenido la misma figura y el mismo tipo que teníamos en el 2019. La ropa ha de tener propiedades mágicas o ha debido pasar el COVID si no te entra. Bañadores que ya no gustan a tus hijos o que han pasado de moda suele ser un problema.
Poner protector solar a los niños
Independientemente de la edad que tenga tu hijo es un infierno (y no por el calor) ponerle crema solar a tu hijo, casi que sería más fácil bañar a un gato. Se resisten, corren, no se quedan quietos, se quieren ir al agua. Puedes llegar a un punto en el que prefieres que se quemen tus niños antes que seguir quemándote tú.
Después de los abuelos… el listón está muy alto
Mientras trabajábamos una cosa normal es que tus hijos se queden con los abuelos. Así ellos también pasan tiempo con sus nietos y tus hijos tienen más libertad. Todos, como niños, nos hemos sentido muchas veces consentidos y sabíamos que la abuela te iba a hacer tu comida favorita o te iba a regalar el juguete que más te gustaba. Con la vuelta a casa, los padres tenemos las expectativas muy altas para satisfacer a nuestros porque los abuelos se han portado muy bien.
La arena
En los anuncios de la tele nos ponen siempre la imagen de una familia relajada en la playa pero, ¿Qué me decís cuando camináis buscando un hueco que parece nunca ser el ideal? Eso en la televisión no pasa. Por no hablar de que parece que muchas veces estas caminando por ascuas debido a la temperatura de la arena. Pero bueno ya que os lleváis un buen recuerdo de las vacaciones en vuestra mente, también os llevareis tres kilos de arena de vuelta en el coche

El mal genio del clima cálido
Muchas veces y después de hacer el mismo plan durante varios días, nos tenemos que hacer amigos del aire acondicionado o nos haremos enemigos de todo lo demás. El calor nos lastra desde el minuto 1 hasta que al día siguiente volvemos a abrir el ojo queriéndonos meter en la nevera y no salir de ella como si fuéramos cubitos de hielo
En la playa los baños quedan más lejos que el mar
Es inevitable controlar las ganas de nuestros hijos por ir al baño y es más, mientras tú les obligas a salir fuera del agua e ir hasta el servicio, ellos ya no necesitarán ir antes de que tú acabes de echarles la charla. Y lo peor es que estando dentro del agua, te puedes preguntar cuanta gente en ese preciso momento, ha tomado la misma actitud que tu hijo.
Camiones de helados
Parece ser que tus hijos no han probado un helado en su vida, y que el día anterior y el anterior a este, no le has comprado el helado que más quería. Cada tarde, cada noche, cada paseo, o cada puesto escuchas la palabra helado y el mundo se te cae encima.
Las vacaciones acaban por no ser vacaciones
La tarea de ser padre estará siempre ahí, no hay fines de semana, vacaciones o jubilación que valga. Cuanto más tiempo libre, más cosas y necesidades querrá tu hijo, entonces. ¿Son realmente vacaciones?