Aunque tenemos muchas ganas de primavera y de los días más largos, aún quedan varias semanas de invierno y de disfrutar de los momentos de recogimiento que este nos regala.
Prepara una buena mantita, cojines alrededor, bebidas calientes para todos, y desconecta con una tarde de lectura en familia con libros infantiles más invernales para dar mucho calorcito.


La ratita patinadora
Autoras: Annie Silvestro/Teagan White
Editorial: Blackie Books
De qué va:
Este precioso álbum ilustrado con escenarios invernales repletos de vegetación, nos presenta la historia de la ratoncita Lucy, quien prefiere salir a disfrutar de los juegos invernales que ofrece esta estación, en lugar de quedarse en la madriguera con el resto de sus amigos ratoncitos.
En sus recurrentes aventuras, Lucy descubre un lago congelado en el que aprende a patinar, y gracias a su tesón consigue perfeccionar la técnica del patinaje sobre hielo y animar al resto de su pandilla a patinar con ella.
Su punto fuerte:
Las ilustraciones bellísimas y el mensaje de “haz lo que te haga feliz sin que te afecten los comentarios del resto”
Libros infantiles más invernales: Oso no quiere dormir
Autora: Oksuna Bula
Editorial: Jaguar
De qué va:
Comienza el invierno y Oso debe retirarse a su cueva para comenzar con la hibernación, pero este año no tiene ningún interés en irse a dormir. Su amigo Búfalo le ha contado todo lo que se puede hacer en invierno y, sinceramente, le parece mucho más interesante que descansar.
Los tukonis, unos seres mágicos encargados de establecer el orden en el mundo de la naturaleza (y que curiosamente nos recuerdan mucho a las mamás y papás…), se ponen manos a la obra para que Oso acepte su ciclo natural de descanso. ¿Conseguirán que Oso finalmente caiga dormido?
Su punto fuerte:
Un libro perfecto para a los peques a dormir y crear con su lectura una atmósfera de descanso tranquila.
La ballena en invierno
Autor: Benji Davies
Editorial: Andana
De qué va:
Noé vive con su papá a la orilla del mar y echa muchísimo de menos a su amiga ballena, a quien rescató tras quedar varada en la playa (Esta historia se cuenta en el primer libro de esta serie, “La Ballena”).
Una noche fría en la que el padre de Noé está en peligro, Noé descubrirá que los verdaderos amigos siempre están cuando uno les necesita.
Su punto fuerte:
El trabajo de Benji Davies uniendo ilustración y el texto es totalmente exquisito. La prueba de que una historia memorable puede contarse en pocas palabras y lanzar un profundo mensaje a la infancia.


Un día en la Antártida
Autora: Ella Bailey
Editorial: SM
De qué va:
Un polluelo de pingüino comienza su camino lejos de sus padres a través del inmenso océano Antártico. Recorre muchos kilómetros a nado en busca de comida y encuentra gigantescas criaturas marinas, peces de colores y un mundo lleno de color.
Pasarán muchos años hasta que nuestro amigo pise tierra firme, pero durante el camino aprenderá todo lo necesario para convertirse en adulto, crear su propia familia, y hacer que la historia se repita.
Su punto fuerte:
Además de una historia que puede contarse y enganchar a los más pequeños, este álbum ilustrado contiene una parte didáctica con la que poder aprender sobre los mamíferos aves y peces que viven en la Antártida. Puedes encontrar todos ellos en las guardas del libro.
Libros infantiles más invernales: Malina pies fríos
Autores: Alicia Borges y David Fernandez
Editorial: Pastel de Luna
De qué va:
Malina es una esquimal que vive en el Polo Norte y a quien el frío no le gusta nada de nada. Le parece aburrido y helador, y sueña con el calorcito de verdad, el calorcito de la playa. Malina emprende una aventura que la llevará a conocer sus límites y superarlos, y a hacer el camino de vuelta para encontrarse con el verdadero calor, el calor de su familia y su hogar.
Su punto fuerte:
Combinación de humor y ternura perfecta que empatiza con los deseos infantiles de lograr hitos para los que quizá aún no están del todo preparados. Las ilustraciones son deliciosas.
Nieve
Autor: Sam Usher
Editorial: Patio
De qué va:
La impaciencia de un peque por llegar al parque cuando se despierta y comprueba que ha estado nevando toda la noche es el hilo del que tira el autor para empatizar con la infancia y sentir su frustración ante la parsimonia de los adultos por los fenómenos extraordinarios. Claro que una buena dosis de imaginación hace que, en lugar de prisa, merezca la pena esperar.
Su punto fuerte:
Una historia fantástica para unir el mundo adulto y el infantil y reflexionar sobre lo que nos une.