Ahora que llegan las vacaciones, son (AÚN) más importantes: Los abuelos, sus nietos y el verano
Podríamos decir que los abuelos son el salvavidas de los padres en verano, porque están encantados de recibir a sus nietos cuando los papis no pueden dejar de trabajar aún, en esa
franja temporal sin campamentos y sin nada.
¿Y quién mejor para dejar a tus hijos que ellos?
Todos los veranos pasa la misma historia, los campamentos y actividades extraescolares se terminan y los padres no sabemos qué hacer con los niños porque seguimos trabajando, y es aquí cuando aparecen nuestros super héroes en acción, los abuelos, dispuestos a desplegar sus miles de actividades y pasar tiempo valioso con sus nietos.
Los abuelos por su parte, desean sentirse poder hacerse cargo de los niños. Les refuerza la autoestima y les hace estar más activos.
Los niños conviven con sus abuelos y hacen actividades diferentes, comparten otro espacio. Además las normas suelen ser más flexibles y los caprichos más frecuentes.
Los abuelos tienen mucho que enseñar a sus nietos por la acumulación de experiencias y la sabiduría que da el paso de los años. Escuchar sus relatos, historias y recuerdos es gratificante y especial para los niños.
Los nietos también aportan la frescura y la energía de la infancia, que revitaliza a los mayores.
Cosas que los niños aprenden de sus abuelos
Los nietos que tienen una buena relación con sus abuelos saben qué es quererles de forma incondicional. De hecho, para muchos niños sus abuelos son el mundo entero y les encanta pasar tiempo a su lado. Los abuelos son personas realmente especiales porque sin darse cuenta pueden enseñar grandes lecciones y valores a sus nietos. Los niños aprenden de ellos grandes cosas, absorben como esponjas su sabiduría.
Conocerán nuevas habilidades
Hay cierto tipo de oficios y destrezas que se enseñaban antes y que ahora se han perdido… como el punto o viejos juegos como la rayuela.
Conocerán más sobre su familia y sus orígenes
Nuestra identidad se construye a partir de nuestro pasado, el de nuestro entorno y nuestra familia.
Aprenderán a no darle importancia a asuntos que no lo valen
Una virtud de las personas mayores es que viven a un ritmo distinto y han vivido lo suficiente como para entender que no vale la pena malgastar energías ni tiempo en nimiedades.
Muchísimos refranes y frases que enseñan los abuelos
“A quien madruga, Dios le ayuda”, “no hay mal que por bien no venga”, “en casa del herrero cuchillo de palo
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