Decía Pitágoras que con orden y tiempo, se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo bien. Si estás leyendo esto, quizás sea porque tienes el firme propósito de hacer que el orden, las rutinas y una buena gestión emocional, te acompañen en el día a día con tus pequeños.

Para ayudarte a cumplir este propósito vamos a hablar sobre la vuelta a la rutina de una forma serena, tranquila y en calma. Esta es la forma en la que a mí me gusta hacer las cosas.

Me gustaría compartir contigo mis conocimientos, mi experiencia personal y profesional acompañando a familias en esto de organizar el ambiente, la conexión y conseguir mejorar sus rutinas. De esta forma, todos sentirán que pertenecen, que contribuyen, que son importantes y tenidos en cuenta.

vuelta a la rutina
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Cómo hacer una vuelta a la rutina sin estrés

Después del periodo vacacional de Navidad en el que hemos desconectado, nos hemos relajado, hemos dicho adiós a las rutinas, a los protocolos y hemos disfrutado junto a nuestros familiares y amigos, damos la bienvenida a un nuevo año.

Ya estamos inmersos en 2022, unos meses cargados de retos que nos ofrecen una nueva oportunidad de tomar acción. Toca empezar a implementar los cambios que nos gustarían en nuestro hogar y en la educación de nuestros hijos.

La vuelta a las rutinas y al cole es algo que nos remueve a todos. Es un momento en el que nos toca decir adiós a la época de disfrute y relax, que requiere anticipación, que tomemos las riendas de la situación y nos convirtamos en líderes para hacerle a nuestros hijos la adaptación de la mejor forma posible.

Lo más importante es que la vuelta a las rutinas se pueda hacer de una forma progresiva, tranquila, pausada y en calma. Para conseguirlo, es necesario hacerlo con tiempo.

¿Por dónde podemos empezar?

A mí, tanto profesional como personalmente, me gusta empezar por una reestructuración de horarios que comienza por adelantar la cena y el momento de irnos a la cama.

Creo que es mucho más sencillo hacerlo a pequeños pasos, adaptando día a día la rutina de cena e irnos a dormir. Si dejamos que nuestros pequeños se sigan acostando tarde, estarán cansados, lo que dificulta una buena adaptación escolar, estarán más irascibles, de peor humor y los cambios les molestarán mucho más.

Es fundamental que atendamos siempre las necesidades básicas de nuestros hijos, y que aquellas relacionadas con la alimentación y el descanso, estén siempre satisfechas. Por eso, para ir introduciendo de nuevo la rutina en nuestro hogar, es necesario que podamos ir adelantando el momento de cena y sueño.

Además, si tenéis rutina de cuentos, te animo a que durante los días previos a la vuelta al cole, vayas introduciendo de forma paulatina conversaciones y cuentos.

Para mí, la literatura es otro de los puntos fundamentales, es algo sagrado que tenemos que cuidar con nuestros hijos, para ir relajando el cuerpo e ir generando más melatonina y tranquilidad, para conducir al cuerpo y la mente a la calma.

Hoy en día tenemos a nuestra disposición cuentos chulísimos que nos son de mucha ayuda para acompañar cualquier hito evolutivo o reto con nuestros hijos, entre ellos, la vuelta a las rutinas y al cole.

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¿Por qué son importantes la vuelta a la rutina en los niños?

Estoy segura que cuando se aproxima el fin de las vacaciones notas que tus hijos están más irascibles, quizás incluso descontrolados, que estallan por cosas por las que habitualmente no o incluso creemos que tenemos una rutina establecida y al final resulta que solo está en nuestra cabeza.

En ocasiones, damos por hecho que nuestros hijos tienen interiorizadas algunas rutinas, pero lo cierto es que no es así y puede que se les olviden. es importante que se las recuerdes y que te mentalices de que, a veces, hay que empezar de nuevo.

La infancia se cuece a fuego lento, tenemos que saber acompañarles para que crezcan de forma armonios y vayan adquiriendo habilidades y destrezas que construyan los cimientos de una buena salud emocional. Esto les ayudará a enfrentarse al mundo que les espera y que aún no sabemos cómo será.

Creemos que las rutinas coartan la libertad de los más pequeños, pero nada más lejos de la realidad. El ser humano es rutinario, todos nos levantamos dentro de una misma franja horaria, desayunamos, nos lavamos los dientes, sacamos al perro, vamos a trabajar y prácticamente sin darnos cuenta, vamos adquiriendo esto que llamamos rutinas.

«Las rutinas son básicas y necesarias, el ser humano es rutinario por naturaleza, seguimos una rutina incluso cuando decimos que no la llevamos.»

Una rutina clara, precisa, coherente y que atienda a las necesidades de los niños, les aporta seguridad. Es una estructura que les dice qué van a hacer, qué cosas van primero y cuáles despué. Sabrán cuáles son sus márgenes de maniobra, descubrirán el entorno y las normas sociales que hay, con tranquilidad y seguridad.

¿Las rutinas limitan la libertad y espontaneidad de la infancia?

Los niños necesitan orden y estructura, sobre todo en las áreas más básicas de supervivencia. Un cerebro que no está descansado es mucho más irascible, mucho más emocional y cuanto más emocional está nuestro cerebro, menos capacidad intelectual tenemos.

La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les dan fronteras, dimensión de la vida, sensación de seguridad. Una rutina bien establecida, da un sentido de orden del cual nacerá la libertad y la autonomía del niño.

Nosotros los adultos, solo podemos colaborar y acompañar a nuestros hijos en la instauración de las rutinas. Es así como se van a adquirir de forma respetuosa, atendiendo a sus necesidades y por supuesto, a las nuestras. Debemos encontrar ese equilibrio que nos conecte a todos los miembros de la familia.

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¿Cómo podemos hacer la vuelta a la rutina con los niños?

En primer lugar quiero que te quedes con la idea de que no hay una rutina mejor que otra. La mejor rutina para tu familia es la que tú establezcas. Cada familia es única, por lo que nadie mejor que tú sabes qué necesitan tus hijos y qué os funciona mejor en casa.

Partiendo de esta base, vamos a ir introduciéndolas poquito a poco, poniendo el foco en eso que primero nos interesa instaurar. De cara a la vuelta al cole, quizás lo más importante es la hora de dormir y de despertarse por las mañanas.

También es importante establecer la rutina si van a empezar alguna actividad extraescolar, o queremos que integren que hay días que mamá se va de casa para ir a dar su clase de yoga. Otra rutina puede ser la de los sábados, cuando vamos a salir de excursión o a visitar a los abuelos.

Es fundamental que tengamos claro que las rutinas nos ayudan a acompañar y satisfacer necesidades de forma respetuosa. Pero si pretendemos utilizar las rutinas como método de control para nuestros pequeños, jamás van a funcionar.

Para hacer una correcta transferencia de aprendizajes, tenemos que acompañarles cuando son más pequeñitos y dejar a su alcance en qué consiste esa rutina. Una gran idea es hacerlo a través de pictogramas o fotografías. Con todos los pasos que tienen que llevar a cabo, simplificando las tareas en trocitos pequeños. Siempre, la mejor forma de instaurar rutinas a nuestros hijos, es haciéndoles partícipes y protagonistas.

Hay muchos materiales que venden en tiendas especializadas en infancia en los que se pueden poner con imanes o chinchetas las diferentes rutinas (mira en Pinipi). También podéis hacer esos materiales con ellos. Esto va funcionar de una forma mucho más armoniosa, porque es más fácil que sientan que pertenecen y quieran contribuir a llevar a cabo esa rutina.

Introducir una rutina es un proceso y no significa que el primer día vaya a salir bien. Hay que ir poco a poco, con mucha flexibilidad. No des por hecho que ya está interiorizada y teniendo presente que del error, siempre se aprende.

Las rutinas nos vienen bien a todos, nos proporcionan mucha seguridad, organización y equilibrio emocional. Cuando nuestro cerebro está seguro y tiene la certeza de que mamá y papá tienen claro lo que va a suceder, hace que tengan menos estrés y que puedan gestionar mucho mejor sus emociones, sin desequilibrios.

Elisa Molina es coach de familia, especialista en comportamient00o infantil, comunicación eficaz y conexión familiar. Es la fundadora de Educar en Calma, donde podrás acceder a muchísimo contenido que te ayudará a educar a tu pequeño con libertad y responsabilidad, aliento, conexión, dignidad y ese amor incondicional que ya sientes por él. Accede a sus podcast, cursos y talleres, y descubre cómo la neurociencia puede ayudarte a educar mejor y disfrutar mientras educas a tus hijos con cabeza y corazón.

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