Todos jugamos, es una manera de entretenerse y pasarlo bien que a todos nos gusta, pero para los niños jugar es mucho más que pasar el rato. El juego es un derecho, ya no solo por el componente lúdico que conlleva si no por todos los beneficios que aporta llevarlo a cabo y que todos los niños deberían experimentar.

En algunos casos o momentos, surgen situaciones incómodas donde no se permite a los niños jugar con determinados juguetes o a las niñas utilizar otros tantos, pero ¿por qué debemos evitar el uso sesgado de los juguetes? Vamos a hablar de diversos elementos de juego para verlos como lo que son: un medio para experimentar, crecer, aprender, investigar e igualarnos a todos.
El juego simbólico rompe moldes, nos equipara desde la más tierna infancia y consigue que interioricen que no hay actividades de unos u oficios de otros.
Disfrazarse desarrolla la imaginación y la empatía, crea situaciones de escenarios distintos de acción y nos hace sentir libres
Las construcciones trabajan la inteligencia espacial, la coordinación, la organización mental del tiempo y el esfuerzo y, según van creciendo, el trabajo en equipo
Las muñecas ayudan a trabajar la parte más sensible, la del cuidado y la atención. Trabajan actividades diarias que viven ellos en primera persona.
Los coches y juguetes con ruedas que permiten trabajar sus habilidades motrices y sociales, y es un elemento muy fácil de utilizar tanto en interiores como exteriores.
Cuentos: utilizar cuentos de cualquier tipo, dejarles que exploren, toquen e incluso rompan sin querer alguna hoja. Los cuentos que considero mejores cuando son pequeños tienen como protagonistas animales, porque todos se pueden sentir identificados y no ver género o raza.
Manualidades: de todo tipo y con cualquier material o color. Actividades que conlleven purpurina, conglomerado, telas, plumas, punzones, tijeras, papeles con distintas texturas y materiales, pegatinas… Es bueno trabajar con un único material o un único color, para que todos hagan lo mismo y no relacionen color-sexo.
Canto y baile: expresión corporal libre, coordinación, ritmo, descubrimiento de gustos musicales. Sólo hay que atender al volumen de la música y disfrutar.
Que tengan tendencia por un tipo de juguetes no es malo ni bueno, a cada uno le atrae jugar con algo. Ofrecerles variaciones siempre si están ligadas a su beneficio y no a los prejuicios, es decir, si lleva dos semanas jugando a disfrazarse le ofreceremos otro juego para variar y ampliar sus opciones, pero no porque nos preocupe que se ponga elementos o complementos no normativos.

Nuestros prejuicios y nuestros estándares adultos no caben en el juego infantil, porque los niños lo único que quieren es divertirse y aprender en el proceso. Que no nos asuste nunca verlos con un disfraz o encontrarles jugando a algo que a nosotros no nos gusta, mientras no se hagan daño físicamente y estén disfrutando en un entorno seguro y de afecto, todo va a ir bien.