Bares y restaurantes vuelven a la actividad tras el obligado parón y muchos repiensan su oferta con gastronomía sostenible contra la crisis.
La vida vuelve a las calles (con prudencia, yoyoramer) y lo hace para hacerle frente a un momento súper complicado. Un momento en el que solo removiendo las cabezas volveremos a donde estábamos. Innovación para borrar todo lo malo que ha traído la pandemia, como en el caso de muchos restaurantes que apuestan por la gastronomía sostenible contra la crisis.
El maldito covid-19 nos ha hecho repensar cómo hacemos las cosas. Aquí lo hemos hablado mucho. Ya no vale abrazar a todo el mundo, ni saludarse como antes o juntarse como lo hacíamos el verano pasado. Hasta los viajes y los destinos han cambiado ¿Porqué no la gastronomía?
Muchos restaurantes han aprovechado para lavarle la cara al negocio y otros para modificar de arriba abajo su oferta. Una oferta que ahora apuesta por materia prima de proximidad, productores locales, alimentos de temporada… ¡No puede fallar!
Materia prima local, de quienes la producen cerquita nuestra, pero sin renunciar a toda la inspiración que siempre ha potenciado nuestra gastronomía: árabe, asiática, gala, sudamericana o india.
Un ejemplo de este cambio en la forma de hacer las cosas es La Posada del Nuncio (Madrid). Cambia hasta el próximo mes de septiembre su oferta (date brillo, yoyoramer, o te quedarás sin probar bocado) y pone en su mesa productos de aquí con tradiciones de allí.
¿Te imaginas unos gambones mezclados con huevo y cocinados en salsa de curry? ¿O arroz meloso con tortellini? Es fácil hacerse a la idea de cómo mezclan el jamón de Guijuelo y los tomates de la huerta madrileña.
En esta época de año, el aguacate, los higos, la sandía, el calabacín o los tomates que te decía, están de moda y están de temporada. En su máximo esplendor, vaya. Una excusa para aprovecharlos, favorecer la economía y la gastronomía sostenible como palanca y arranque de nuestro cambio ¿Hacemos con El Nuncio y nos ponemos a cocinar de temporada? ¡DALE!