Cuidado. Esa palabra con tanto significado, con tanto peso y tan necesaria. Cuidar requiere dedicación, atención y afecto. No es fácil hacerlo, pero sí es una necesidad universal. Y lo es más cuando se es mayor, cuando se sufre una enfermedad, cuando se es niño… El cuidado es indispensable y, sin embargo, la posibilidad de encontrarlo fácilmente es poca. O lo era. Porque desde 2015 existe una respuesta accesible, práctica y muy confiable: Familiados. ¿Qué es? Una plataforma que pone en contacto a cuidadores y personas que los necesitan.
Todo comenzó cuando Ernesto Bravo y Roberto López se conocieron estudiando un máster. López tenía a un familiar en el hospital y la búsqueda de cuidadores fue una odisea. No sabía a quién recurrir, cómo encontrar a alguien de confianza… Tras comentarlo, ambos pensaron por qué si hay apps para buscar alojamiento o para pedir comida a domicilio no las hay para encontrar cuidadores. Y vieron una solución clara (y necesaria): crear Familiados y hacer que nadie más tuviese que vivir la experiencia de López para conseguir un cuidador.
Actualmente, 23 mil familias han pasado por la plataforma de Familiados y el objetivo es llegar a muchísimas más. «Somos un producto digital online. Funcionamos 24 horas al día, siete días a la semana, todo el año y en casi cualquier punto de España. Accedes desde la web o descargando la app (es lo que recomendamos). No necesitas llamar por teléfono. Lanzas la búsqueda y los candidatos se postulan», explica Gabriela Bronte, CTO (directora de tecnología) de Familiados.
Gabriela explica cómo funciona Familiados y por qué es la opción perfecta para quién busca un cuidador de todo tipo: «Los candidatos se validan uno a uno de manera manual, tenemos un compañero dedicado a validar los perfiles de los cuidadores: su formación, su identidad, su experiencia profesional. Tenemos personas del sector socio sanitario o educativo. Si no pasan el filtro no se activa su perfil en la plataforma. Solo 8% de los que se inscribe pasa la validación, somos muy estrictos».
«A diferencia de otras plataformas o competidores similares para nosotros la piedra angular de Familiados son nuestro cuidadores. Trabajamos en ofrecerles la mejor experiencia. No solamente es importante el filtrado, tenemos que aportar valor a esos cuidadores que queremos que sigan trabajando con nosotros. Queremos que permanezcan en Familiados el mayor tiempo posible. Estamos trabajando en construir una comunidad de cuidados, una comunidad de personas donde ponemos en contacto a familias y cuidadores y donde los cuidadores pueden encontrar ofertas trabajo… pero estamos trabajando en ofrecerles algo más. Queremos que, como en el ámbito profesional general se utiliza el perfil de Linkedin, ellos puedan compartir o utilizar su perfil de Familiados como carta de presentación», explica.
Familiados es una start-up que busca crecer. Su objetivo actual, además de ofrecer el mejor servicio a sus integrantes, es ser reconocible, lograr la viralidad. «Ahora mismo lo más importante es construir la marca, hacernos referentes dentro del sector, que nos conozcan. Si pienso en buscar alojamiento sé qué app abrir, lo mismo pasa si quiero pedir comida. Queremos que la primera marca que venga a la cabeza cuando, por ejemplo, tengas que buscar una niñera, sea Familiados. O que si eres cuidador y quieres buscar trabajo lo primero que te venga a la cabeza seamos nosotros«.
El panorama actual favorece esa posibilidad. En España puede que no sea tan común pensar en contratar cuidadores para cuidar a niños o mayores (normalmente se recurre a la familia) pero tras las limitaciones que impuso la pandemia, Gabriela ve un cambio de rumbo que, aunque lento, parece ser creciente. Y ella misma usa, cómo no, Familiados para encontrar niñer@s para su hija de seis años, Nora.
Gabriela lleva ya un tiempo en la compañía. Cuando la descubrió supo que tenía que trabajar ahí. Siempre quiso (y lo hizo) trabajar aplicando su grado de ingeniería en ayudar a personas que la necesitaran. Y en Familiados sumó no solo su interés por lo social, sino por lo tecnológico. Y es, además, un sitio ideal para trabajar siendo madre. «Noto la diferencia en la conciliación. Se trata de poder elegir. Cada persona tiene una situación diferente y deseos o condiciones distintas. Cuando quieres una cosa y por el trabajo no te dejan o no puedes obtenerla, arrastras mucha frustración. En este trabajo puedo tener las dos cosas: me gusta mucho trabajar en la oficina y me gusta mucho estar con mi hija».
Gabriela tiene los días repletos. Se levanta a las 7:00 am y hasta las 22:00 no para. Preparar a Nora para el colegio, trabajar, tardes en el parque, ir a clases… de hecho ha recurrido a Familiados no por conciliar su vida laboral, sino la personal: «Si por ejemplo tengo que ir a un curso o clase de pilates o de pintura. Ya no digo que no. Sé que puedo contar con una niñera que además conoce a mi hija, Nora. Además, mi hija se queda súper contenta y desea estar con ella. Lo bueno que tienen estos servicios es que una vez que rompes la barrera de la primera vez, cada vez cuesta menos y es súper útil y recurrente. Por ejemplo, como madre casi todas las semanas tienes alguna situación en la que te vendría bien echar mano de alguien externo».
Pero no solo se trata de la ayuda, para esta madre -y para todas, de seguro- hay otra ventaja. «Lo que ha cambiado en mi vida desde la primera vez que utilicé el servicio es la carga mental que siempre existe en el fondo: planificar, hacer cuentas, hacer cábalas, anticipar constantemente. Si alguien te invita a hacer algo o te surge algún imprevisto, no puedes decir que sí directamente. Yo con Familiados puedo decir que sí directamente y casi siempre. Antes, por defecto, decía que no la mayoría de las veces. Con Familiados tienes la posibilidad de decir que sí a muchas cosas. Y te libera de la carga de tener que pedir favores. Es una herramienta que supone alivio, te libera del estrés y la carga mental del día a día y trae felicidad a tu vida».
Gabriela es, como las madres Yoyorama, una campeona de lo profesional y de ser madre. De hecho nunca se plantea ese balance, porque es lo normal. «Me gusta mucho ser madre y trabajar. Mi ejemplo más directo es mi madre. Siempre fue trabajadora, buena madre y cuidadora. La recuerdo llegando de trabajar a las 22:00 y ponerse a limpiar, hacer cosas, todo antes de cenar. La recuerdo como una persona incombustible, yo ni siquiera aspiro a eso. Ya no va a haber una generación como esa y creo que es positivo. Estamos en otras cosas. Nuestras madres no tenían tiempo para cuestionarse prácticamente nada. Nosotros nos cuestionamos todo: si somos buenas madres, si somos malas madres, si pasamos suficiente tiempo con los niños y nos agobiamos porque no sacamos tiempo para nosotras. Es algo que podemos ver como negativo, pero lo veo positivo porque tenemos tiempo para cuestionar. Vivimos en una época en que han cambiado muchas cosas para bien, pero que aún queda mucho por cambiar. Las madres arrastramos mucho sentimiento de culpa por querer hacernos huecos para nosotras, por tener tiempo para nuestros hijos, por desarrollarnos en el trabajo. Espero que mi hija, si aprende algo de mí, sea buscar tiempo para sí misma, que el término autocuidado le sea familiar (para mí lo empieza a ser ahora) y que no se sienta culpable. Tenemos que hacer espacio para nosotros mismos. Si no estás bien tú no puedes cuidar bien a otros».