El final del verano está aquí y queremos empezar el nuevo curso cargados de energía, de salud y de belleza. Nada de eso es posible sin una piel profundamente limpia y regenerada tras los meses de sol y sal. De modo que, toma nota, es momento de dar prioridad en tu rutina de cuidado diario, al exfoliante. Este consejo va dirigido a todos los miembros de la familia Yoyorama que tengan más de 15 años. Lee con atención.

¿Qué es la exfoliación?

Es la retirada de células muertas de la piel. Para conseguirlo existen distintos tipos de tecnologías, formulaciones y productos. La clave de estas diferencias reside en el modo de actuar de la fórmula. Básicamente existen tres tipos de exfoliantes o tres modos de acción: la mecánica, la enzimática y la química. Luego te lo explicamos. Pero primero, veamos razones para que no dejes de usar un buen exfoliante justo ahora.

¿Por qué comprarme un exfoliante?

Por mucho que hayas cuidado tu piel en verano, si has tomado el sol (donde sea) o has hecho algo tan común como pasar horas en la playa con su arena y su sal, tienes la piel sucia. Puede que ya te hayas dado cuenta, o puede que aún no lo quieras ver. Pero es así. En este momento las células muertas ocupan tu epidermis y tu piel necesita una ayuda para librarse de ellas si no quieres empezar a padecer, en breve, sus síntomas: tono apagado, engrosamiento, arrugas más marcadas, proliferación de puntos negros…. Puede, además, que el verano haya dejado alguna nueva mancha. Si es superficial y reciente, es posible que desaparezca siguiendo las indicaciones de un buen producto exfoliante. Empieza ya, y te librarás de tener que recurrir a un peeling médico.

¿Cómo trabaja un exfoliante sobre mi piel?

Como te decíamos, hay tres tipos de acción: mecánica, química y enzimática. Cuando un producto se basa en la acción mecánica se nota en la textura, pues está compuesto por gránulos que arrastrarán esa suciedad superficial. Si eres de hacerte tus productos en casa, seguro que alguna vez te has preparado un exfoliante a base de azúcar y aceite de oliva. Anabel Zadívar, de Gloü Cosmetics nos cuenta cómo funciona este tipo de exfoliación: “se basa en la aplicación de gránulos que pueden ser de origen sintético o natural y que se frotan por la piel arrastrando las impurezas y dejando la dermis libre para las células nuevas”. En principio es una técnica muy atractiva porque es la más natural y porque los resultados son inmediatos pero, ojo, tiene varias pegas. Cristina Alonso, directora de Formación y Promociones de Sisley, nos advierte de que “las partículas de arrastre pueden dañar mucho la piel. Por eso, si elegimos un exfoliante mecánico es importante que esté compuesto por partículas sin aristas cortantes. Lo ideal es que sean microesferas que rueden sobre la piel. Ya que las aristas perjudican la piel, especialmente cuando esta es sensible”. De modo que… olvida esos exfoliantes caseros de azúcar y sal.

¿Qué es la exfoliación química?

Las células están adheridas a la piel a través de la queratina. La exfoliación química es la que trabaja a través de determinados ácidos capaces de disolver ese pegamento natural que hace que las células muertas no se desprendan solas. El nivel de limpieza es más profundo. Este tipo de exfoliación llega adonde la mecánica no puede. Y los resultados son más evidentes. ¿Alguna pega? Las pieles sensibles solo aceptan determinados ácidos.

Una tercera vía: la exfoliación enzimática

Podríamos decir que es la alternativa a la química. “Las enzimas son moléculas cuya acción se basa en descomponer los enlaces que juntan a las células muertas a la piel, por lo que estas se desprenden fácil, segura y suavemente”, indica Anabel Zaldívar. Es decir, la acción es la misma que la química aunque sus ingredientes suelen tener un origen natural: la mayor parte de las enzimas que se utilizan provienen de las frutas. Cristina Alonso considera que este tipo de exfoliación no debería sustituir a la mecánica: “Son tecnologías que trabajan de forma diferente. Podemos considerar que son complementarias. La enzimática deshace los corneodesmosomas para liberar los corneocitos una vez cumplido su ciclo fisiológico. De este modo se reduce el grosor de la capa córnea al mismo tiempo que se estimula la renovación celular natural. Con la mecánica trabajamos a un nivel más superficial. Lo ideal es combinar las dos tecnologías a lo largo de la semana. Especialmente en momentos complicados para la piel como es el comienzo del curso, la vuelta de las vacaciones”.

En resumen, ¿qué exfoliante elijo?

A estas alturas ya sabes que las enzimas (exfoliación enzimática) y los ácidos (exfoliación química) penetran en las primeras capas de la piel y detectan las células que ya deben ser desprendidas pero continúan adheridas. Sabes que su acción es la de deshacer el “pegamento” que las mantiene adheridas para que se desprendan. Así que sobra decir que ahora toca elegir un producto que haga una exfoliación de alguno de estos dos tipos. Aún más si tu piel ya presenta signos post verano como manchas superficiales. Sabemos también que la exfoliación mecánica arrastra, gracias a sus gránulos, las células muertas que ya han sido desprendidas aunque continúen en la superficie de tu piel. Es momento de elegir este método también para realizar una limpieza superficial. Este último puede ser suficiente para los adolescentes de la casa que no tengan acné. Deja que disfruten de este paso placentero y de grandes resultados. Pero, ya sabes, elige un producto cuyos gránulos sean microesferas. No dejes que las partículas puedan generar pequeñas fisuras que se traducirán en inflamación e irritación. El que tenga acné, que comparta contigo la enzimática.

Beneficios de una buena exfoliación

Este paso obligatorio tiene su razón de ser en la salud: la limpieza evita muchos problemas que surgen de esa suciedad acumulada. Este problema puede tenerlo, tal vez sin tener ni idea, una persona que sigue los pasos de higiene habitual (lavado diario día y noche). Pero, además de la salud y la prevención de problemas cutáneos, hay muchas razones para exfoliar la piel tras el verano:

-mejora la luminosidad

-aporta finura y suavidad

-evita la proliferación de puntos negros

-suaviza arrugas

-puede eliminar o ayudar a borrar manchas

-deja a la luz la capa de la piel que se esconde bajo las células muertas

-permite que los productos de tratamiento diarios penetren mejor

¿Cuáles son los mejores exfoliantes que puedo comprar?

Estas son nuestras recomendaciones:

Lo último: Masque Exfoliant Enzymatique, (101€) de Sisley. Una mascarilla exfoliante enzimática a base de papaína, glicerina vegetal, ácidos grasos esenciales de coco, y niacinamida (Vitamina B3). Perfecta para todas las pieles. Pronto estará a la venta AQUÍ.

exfoliantesRecién nacido: Sleep&Peel 4.5 (49,90€), de Filorga. Una mascarilla de uso nocturno compuesta por combinación de ácidos glicólico, cítrico, lácteo, pyrúvico, málico y tártico, y por un alga de acción antiinflamatoria y calmante. Cómpralo AQUÍ.

exfoliantesL´Exfoliant Ultra Hydratant (57€), de Scens, es un exfoliante de acción mecánica, formulado a base de sales del Himalaya, del Mar Muerto y de Francia y de aceites esenciales de origen natural. Lo tienes AQUÍ.

exfoliantesMousse limpiador enzimático (21€) de Gloü Organics, especialmente formulado para las pieles más sensibles. Para ayudar en en el proceso de limpieza. Cómpralo AQUÍ.

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