Nos emociona, nos conmueve, nos da alegría, nos hace llorar, nos hace movernos… la música es una de esas cosas que universalmente nos hablan y llegan a lo más hondo de quiénes somos. Sea el género que sea, la música ha estado en la historia humana desde el principio. Es el lenguaje universal y nos gusta incluso cuando somos muy, muy peques. Pero no solo se trata de disfrute. La música tiene también muchos efectos beneficiosos en los bebés y hoy, para celebrar su día, vamos a repasar algunos de ellos.

Favorece el sistema cognitivo

La música en una edad temprana o precoz mejora el sistema cognitivo ya que activa la zona derecha del cerebro, que es la relacionada con las emociones. Escuchar música puede producir un apego las estructuras armónicas y rítmicas y esto facilita su aprendizaje gracias su forma repetitiva. Por ello, se podría decir que alimenta el cerebro de los bebés, mejorando la capacidad de memoria, concentración y atención.

Tiene un efecto relajante

La música tiene un efecto tranquilizador (y no solo cuando se trata de pequeñines). Escuchar música hace que el cuerpo libere endorfinas, unas de las hormonas responsables de la sensación de bienestar y felicidad. Pero, además, las melodías también son responsables de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Es la fórmula perfecta, no es casualidad que exista la Musicoterapia.

Ayuda en el desarrollo del lenguaje

Está comprobado que los bebés que escuchan más música terminan siendo capaces de aprender una mayor cantidad de palabras. Y el hecho de que intenten tararear o imitar la melodía hace que su cerebro haga un esfuerzo, beneficioso, por analizar y comprender los sonidos antes de repetirlos. Ya cuando aprender a hablar, además, ayuda a ampliar el vocabulario de los peques.

Ayuda a la madre

Previene la depresión posparto. La música y especialmente cantar, tiene ventajas para el bebé, pero también enormes beneficios para la madre. Entre el 10% y el 15% de las mujeres sufren síntomas de depresión posparto y numerosos y recientes estudios han demostrado que cantar al bebé regula el estrés materno y por ello puede ayudar en casos de depresión posparto. Otro beneficio para madre y bebé es que se ha comprobado que la música favorece la lactancia.

Los (y nos) hace felices

Ya hablamos de la capacidad de la música de producir endorfinas, pero es que si el bebé y nosotros escuchamos música que nos gusta, nuestro cuerpo produce el llamado cuarteto de la felicidad: dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocina, todas hormonas que producen un efecto de placer, bienestar y felicidad.