Se acabó la navidad y ahora toca volver a la rutina, lo que también implica volver a la lucha para que los niños coman verduras. Tras el exceso de las navidades, os proponemos una receta sostenible y súper saludable.
Sabemos que a los niños les cuesta comer verduras, así que introducírselas en forma de temperatura puede ser una gran idea. Además, cabe la posibilidad de hacerla de forma sostenible. Cómo bien sabréis, la alimentación sostenible consiste en reutilizar sobras o alimentos que tendemos a tirar o descartar.
¿Queréis comer verduras de manera más apetecible? Pues bien, esta receta se elabora con cerveza. Y tampoco hace falta que compréis cerveza, no hay nada que nos haga rabiar más que una lata se quede por la mitad, os proponemos guardar todo lo que te vaya sobrando en un bote, si es mucho tiempo también podéis congelarlo. En cuánto a las verduras, podéis reunir toooodas las verduras que os hayan sobrado. Esta receta es muy sencilla, muy sostenible y a tope de sana. ¡Allá vamos!
Los ingredientes que necesitaréis son:
-Cualquier tipo de verdura
-140 ml de cerveza
-120g de harina de espelta integral
–Aceite de oliva
–Sal
– 8 gr de levadura
Primero hay que hacer la crema para rebozar, añade en un bol la harina, la levadura, la sal y la cerveza. Bátela hasta que te quede algo espesa, puedes añadir más cerveza en caso de que sea necesario. De esta forma quedarán suuuuper crujientes y sin duda, con un sabor especial.
Corta las verduras como quieras, en láminas suele ser lo más cómodo. Primero reboza estas verduras en un poco de harina, y luego en el bol de la mezcla. Una vez el aceite esté caliente, sumerge las verduras en la olla con el aceite burbujeando. Deberás dejarlas unos 5 minutos, hasta que estén doraditas.
Cuándo ya tengas las verduras fritas, sácalas de la olla y deja que suelten todo su aceite en un plato con papel de cocina por debajo. Y, ¡Voila! Rápida, sencilla, sana y SOSTENIBLE. Acompáñalas con un poco de soja y te quedarán buenísimas. Recuerda que el aceite es mejor no tirarlo, reutilízalo. Puedes meterlo en un frasco y guardarlo en la despensa de forma que no se ponga malo.
La alimentación sostenible no tiene porque ser cara ni difícil de encontrar, basta con tratar de no desperdiciar la comida y reutilizar lo máximo posible. Con recetas así, los niños comenzarán a querer verduras más a menudo!