Los bebés tienen muchas necesidades que hay que respetar para que tengan un buen desarrollo. Estamos siempre a la espera de cuál será el nuevo paso que dará el bebé: aprender a andar, a hablar… Y aquí es cuando empiezan a surgir las preguntas. «¿Es normal que todavía no ande», «¿Debería saber pronunciar mi nombre?», de repente millones de dudas sobre sus habilidades motoras y comunicativas nos invaden. ¿Cuándo deberían dejar de dormir 2 siestas? Hoy intentamos ayudaros a resolver este dilema.

Las señales del bebé

Lo primero que hay que hacer para poder reducir sus horas de sueño es cambiar el horario. Regular su sueño de forma que duerman una siesta al día. Suele ser a los 18 meses de edad cuando los niños están listos para dormir menos horas. Como siempre, depende mucho de cada niño, hay niños que están listos a los 12 meses y otros que tienen que estar con dos siestas hasta los 24 meses. Por eso, lo fundamental es prestar atención a las señales del bebé. Algunas de estas pueden observarse cuando al bebé le cuesta dormir más la siesta de la mañana y necesita más horas durante la siesta de la tarde.

¿Cuándo debería reducir las siestas de mi hijo?

Cambiar horarios

A veces es difícil encontrar la balanza y las horas, por eso, lo mejor es reestructurar los horarios. Es importante saber que los bebés cuando reducen sus horas de siesta, no están reduciendo sus horas de sueño, ya que durante la noche deben seguir durmiendo los mismo, entre 13 y 14 horas. Cuando reduzcáis a una sola siesta, os recomendamos que calculéis bien el tiempo de forma que no esté demasiado pegada a la hora en la que se meten a dormir. Almorzar pronto y una siesta justo después es lo idóneo para que cuando llegue la hora de meterles en la cama no les cueste dormirse.

Con paciencia

El cambio a una sola siesta debería durar semanas, no puede hacerse del día a la mañana. Debe ser un cambio gradual, ir adaptándole a su nuevo ritmo de sueño alternando en los días, un día una sola siesta, al siguiente dos, así hasta que veamos que va cogiendo el ritmo. El cuerpo del bebé se irá adaptando al este nuevo mecanismo. Poco a poco y con mucha paciencia al peque le resultará más que suficiente una siesta al día.